En los últimos años, ha surgido una nueva intervención en miopía: la terapía repetida de luz roja de bajo nivel (RLRL, por sus siglas en inglés), como tratamiento para reducir la progresión de la miopía. Su mayor aplicación se ha dado en China y Taiwán. La luz roja se refiere a la luz visible con una longitud de onda que oscila entre los 600 y 700 nm. La terapía RLRL puede estimular la producción de dopamina, que es crucial para controlar el crecimiento de los ojos, junto con el óxido nitroso (NO), que dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo. Aparentemente, esta técnica ha surgido como una alternativa al aumento de la exposición a la luz natural. Por lo tanto, algunos investigadores han propuesto este método para dirigir la luz roja directamente a la retina con una duración de exposición mucho más corta pero repetida, para el control de la miopía. El mecanismo exacto mediante el cual la exposición a la luz reduce el crecimiento de la longitud axial y la progresión de la miopía aún no está completamente comprendido.
La teoría detrás de este nuevo tratamiento, el RLRL, demuestra un engrosamiento significativo del espesor coroideo macular y, además, un aumento del flujo sanguíneo coroideo, lo cual contribuye al control de la progresión de la miopía. Basado en la evidencia, recientemente, Tang et al., 2023, realizaron una revisión sistemática y un metaanálisis fundamentado en una exhaustiva revisión de la literatura existente. (Efficacy of Repeated LowLevel Red-Light Therapy for Slowing the Progression of Childhood Myopia: A Systematic Review and Meta-Analysis). De los 13 estudios revisados (ocho ensayos controlados aleatorios, tres ensayos controlados no aleatorios y dos estudios de cohortes), ocho cumplieron los criterios del metaanálisis. Estos estudios incluyeron un total de 934 individuos, y ocho de ellos informaron sobre el cambio en el error refractivo equivalente esférico (SER) y la longitud axial (AL), mientras que cuatro informaron sobre el cambio en el grosor de la coroides subfoveal.
Este metaanálisis demostró que la terapia RLRL es eficaz y puede reducir la progresión de la miopía en cuanto a la refracción y la longitud axial, sin que se hayan observados eventos adversos significativos. Sin embargo, es importante destacar que la evidencia obtenida fue de certeza baja y, al parecer, se produce un efecto de rebote significativo después de interrumpir la terapia. Por lo tanto, recomendaron investigar más a fondo sobre los efectos de rebote acumulativos a largo plazo, así como realizar estudios clínicos aleatorios de mayor envergadura y diseño riguroso, con un seguimiento que se extienda más allá de dos años.
Como podemos observar, se siguen explorando nuevas intervenciones para controlar la progresión de la miopía. Con respecto a esta terapía de luz roja, creo que debemos esperar a que se lleven a cabo estudios más extensos que demuestren su eficacia y seguridad en la práctica clínica. Solo entonces podremos determinar si esa terapia representa un verdadero beneficio para nuestros pacientes pediátricos con miopía.