La trayectoria que ha recorrido el optómetra Andrés Solórzano ha enriquecido la Optometría latinoamericana, su dedicación clínica a la optometría, su compromiso con la formación de optómetras en diferentes países, su liderazgo en las instituciones donde se ha vinculado son un testimonio de su influencia en el gremio. Estas y otras razones más han llevado a las directivas de la Fundación Universitaria del Área Andina a nombrarlo director del Programa de Optometría de su sede en la ciudad de Pereira. Hoy, en las páginas de Franja Visual, hacemos un reconocimiento a su labor.
Franja Visual (F.V): ¿Por qué decide estudiar optometría?
Andrés Solórzano (A.S): Quería ingresar al área de la salud, la neurología llamaba mucho mi atención, pero el tema del tiempo y la inversión fueron una limitante. Así que una vez me enteré de la Optometría y el tiempo de estudio decidí abordar la salud por el lado de los ojos. Inicié con muchas dudas, pero después de 1 año me enamoré de esta profesión.
F.V.: ¿Cómo fue su experiencia como estudiante de optometría?
A.S.: Mi padre era profesor de colegio y crecí entendiendo la importancia de la educación, por lo que me enfoqué en mis estudios con determinación. Si bien disfruté de una vida social equilibrada, siempre prioricé mis responsabilidades académicas. Mi dedicación se reflejaba en mi concentración en clase y en la elaboración de resúmenes detallados para el estudio, lo que eventualmente me llevó a escribir un libro basado en mis notas.
F.V.: ¿Cómo fue su transición a la práctica como optómetra?
A.S.: Después de graduarme, comencé a trabajar en clínicas oftalmológicas y generales, donde desarrollé una sólida experiencia clínica y establecí vínculos con profesionales de la salud visual. Durante los aproximadamente 13 años que ejercí como optómetra clínico, adquirí la experiencia necesaria para crecer en la profesión y eventualmente asumir roles de docencia y formación de estudiantes de optometría.
F.V.: ¿Qué lo llevó a dedicarse a la docencia y asumir la dirección del programa de optometría?
A.S.: Mi pasión por compartir conocimientos y experiencias me llevó a incursionar en la docencia mientras trabajaba en clínicas y hospitales. Comencé enseñando patología del segmento anterior, después patología y farmacología y, bueno para resumir, terminé dando neurofisiología de tercero, patología de cuarto, fisiología en cuarto, propedéutica o farmacología en quinto y las clínicas. Con el tiempo, fui asumiendo mayores responsabilidades académicas y, en septiembre del 2023, se me ofreció la oportunidad de dirigir el programa de optometría en la Fundación Universitaria del Área Andina en Pereira; sin dejar de dictar clases de neuro. Esta decisión fue motivada por mi deseo de contribuir al crecimiento y desarrollo de la profesión, así como por el ambiente de trabajo positivo y estimulante que encontré en la institución.
F.V.: Aparte de la optometría y la docencia, ¿qué actividades disfruta en su tiempo libre?
A.S.: En mi tiempo libre, disfruto de la lectura, una pasión que heredé de mi padre. También me gusta jugar fútbol; además hago parte del equipo de la universidad y paso tiempo al aire libre. Además, aprovecho para compartir momentos con mi familia, especialmente con mi mamá y con mi hija, quien actualmente está estudiando administración de mercadeo.
F.V.: Después de más de dos décadas en la profesión, ¿cómo ve el futuro de la optometría en América Latina? A.S.: Creo que la optometría en América Latina está experimentando un crecimiento significativo, con un aumento en el número de facultades, estudiantes y profesionales dedicados a la atención ocular. Colombia, en particular, ha sido un líder en este sentido. Este crecimiento continuo es fundamental para el avance y la consolidación de la profesión en la región.
Valentina Giraldo Martínez
Periodista Grupo Franja
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