A lo largo de los años, el campo visual computarizado se ha convertido en una de las pruebas diagnósticas más solicitadas y su relevancia continúa en la actualidad. En esta editorial, mi objetivo es aclarar las diversas utilidades de esta prueba en nuestra práctica clínica diaria.
Un porcentaje significativo de los pacientes que son referidos para campos visuales computarizados presentan algún tipo de sospecha de glaucoma, como asimetría en discos, asimetría en excavación, presión intraocular al límite o elevada, cámaras estrechas, antecedentes familiares, entre otros. El campo visual es clave para confirmar o descartar la sospecha y, en casos ya diagnosticados, ayuda a determinar si hay o no hay progresión de la patología. Normalmente, basándonos en las guías, se recomienda, cuando hablamos de campo visual por glaucoma, realizar la estrategia 24-2 estimulo III, pero existen muchas otras opciones de acuerdo con el criterio del profesional que solicita la prueba.
Ahora bien, el campo visual es además una herramienta adecuada en otros diagnósticos, como las alteraciones neurológicas, las afecciones palpebrales y cuando se busca descartar toxicidad por medicamentos. Es en estos casos donde debemos utilizar esta herramienta con mayor frecuencia.
Dentro del ámbito neurológico, a menudo nos encontramos con pacientes que pueden referir síntomas como “migrañas” u otros síntomas. En estos casos, existe una estrategia que puede aclarar el panorama, la estrategia 30-2.
Por otro lado, es muy común encontrar pacientes de edad que consultan o solicitan un concepto sobre la blefaroplastia y creo que, en muchos de estos casos, hemos proporcionado información sin un argumento claro y objetivo. En esta situación, el campo visual ofrece una estrategia de muestreo periférico ideal para estos pacientes conocida como P60. Es recomendable realizar esta prueba tanto con elevación como sin elevación de párpados para determinar el compromiso del campo visual debido a causas palpebrales.
Por último, en mi experiencia, he observado una alta prevalencia de enfermedades autoinmunes en pacientes que reciben tratamientos prolongados con medicamentos que se ha comprobado que pueden tener efectos tóxicos sobre la macula. En el caso de pacientes tratados con medicamentos como la hidroxicloroquina, es indispensable ordenar un campo visual 10-2 antes de tomar cualquier decisión sobre corrección óptica, con el fin de descartar la toxicidad macular.
Es por eso, apreciados colegas, que debemos incluir el campo visual como una herramienta clave dentro de nuestro arsenal de exámenes de diagnóstico disponibles en la actualidad. Es esencial definir claramente, siempre que los ordenemos, el propósito de la prueba, y lo más importante la estrategia adecuada que necesitamos para obtener resultados precisos.