Los fármacos de origen biológico son medicamentos que se extraen de organismos vivos (humanos, animales y microorganismos) y se derivan de células, alergenos, componentes sanguíneos y tejidos; en ellos, también se pueden incluir las vacunas y las proteínas recombinantes. Son utilizados para el tratamiento de múltiples tipos de enfermedades. Estos biofarmacéuticos pueden agruparse según el blanco terapéutico por el cual están diseñados; por ejemplo: clusters de diferenciación (CD), receptores de factor de crecimiento epidérmico (EGRF), puntos de control inmunitario, interleuquinas, factor de necrosis tumoral -α (TNF-α), factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), entre otros. Al ser medicamentos que tienen efecto terapéutico sistémico, también pueden conllevar efectos adversos oculares. A continuación, se referenciarán algunos puntos relevantes de cada grupo con sus potenciales efectos en la salud ocular.1,2
CLUSTERS DE DIFERENCIACIÓN
Los cluster de diferenciación se refieren a un protocolo de nomenclatura utilizado para identificar moléculas de superficie celular que generalmente actúan como receptores o ligandos durante procesos celulares específicos; de tal manera que, a través de ellos se pueden identificar marcadores celulares en inmunofenotipificación. Por lo tanto, es posible apuntar a CD de células inmunitarias o tumorales mediante el suministro de anticuerpos monoclonales contra un CD específico, para que active al sistema inmune, que matará a las células que ahora tienen esos anticuerpos adheridos a ellas. Por otro lado, los biológicos pueden funcionar como antagonistas competitivos de EGFR, para inhibir la acción de factores de crecimiento.1 En la tabla 1, se mencionarán algunos CD de interés, el blanco terapéutico y los efectos adversos oculares reportados.
INHIBIDORES DE EGFR
Los EGFR son proteínas polipéptidos transmembrana que activan moléculas de transducción de señales como las proteínas kinasa B, tirosina kinasa Src, etc. y también activadoras de factores de transcripción. Siendo así los EGRF se sobreexpresan en la mayoría de los tumores sólidos y se asocian a pronóstico pobre por la aparición de cáncer agresivo. Por tal motivo, el biológico busca su inhibición como antineoplásicos. En tal sentido, se describe su uso en carcinomas de células escamosas y cáncer de pulmón de células no pequeñas.1
A nivel ocular, los EGRF se encuentran a lo largo de la superficie anterior del ojo en estructuras como: párpados, glándulas lagrimales, conjuntiva y córnea, así como en el tejido periocular. Por tal motivo, el uso de estos medicamentos anti EGRF se asocia con efectos principalmente en los párpados, a través de la aparición de blefaritis y tricomegalia, así como queratitis e inestabilidad de la película lagrimal. Todo lo anterior se debe probablemente a la disfunción de glándulas de Meibomio y daño en las células epiteliales de la córnea relacionadas. Los anti EGRF de los cuales se describe 1/3 de reacciones oculares son: panitumumab, cetuximab y necitumumab.1
CLUSTER DE DIFERENCIACIÓN (CD)
ANTI VEGF
El factor de crecimiento vascular endotelial activa la señal de cascada que desencadena la angiogénesis y el fenotipo vascular anormal de los vasos tumorales. Por consiguiente, los biológicos anti VEGF se usan para combatir tumores, para la degeneración macular relacionada con la edad DMRE, el edema macular posterior a una oclusión venosa retiniana, y el edema macular diabético. También se ha reportado su uso en glaucoma neovascular y retinopatía de la prematuridad. Al ser ampliamente usado a nivel ocular, las inyecciones intravítreas se relacionan con efectos adversos como hemorragia subconjuntival, endoftalmitis infecciosa, desprendimiento regmatógeno de retina, desprendimiento traccional de retina, eventos microvasculares, y elevación transitoria de la presión intraocular. Ejemplos de estos medicamentos son: bevacizumab, ranibizumab y broculizumab.1
Dado el auge e investigación relacionado con el uso de medicamentos biológicos en el tratamiento de enfermedades sistémicas y oculares, el profesional de la salud visual debe estar atento a los posibles efectos adversos para minimizar sus consecuencias en el ojo y en la visión.
REFERENCIAS
1. Silva HVN da, Placide J, Duong A, Ronquillo Y, McCabe S, Moshirfar M. Ocular adverse effects of therapeutic biologics. Ther Adv Ophthalmol. 2022;14:1–16. 2. Fukuda K, Kishimoto T, Sumi T, Yamashiro K, Ebihara N. Biologics for allergy: therapeutic potential for ocular allergic diseases and adverse effects on the eye. Allergol Int [Internet]. 2022;(xxxx). Available from: https://doi.org/10.1016/j.alit.2022.09.005