Los lentes refractivos implantables han surgido como una solución fundamental y muy eficaz para corregir importantes defectos refractivos y eliminar la necesidad de utilizar gafas. Nuestros lentes fáquicos ofrecen una calidad de visión postoperatoria excepcional, preservan la capacidad de enfoque natural del ojo y proporcionan sistemáticamente un alto grado de satisfacción a los pacientes. Con un procedimiento reversible, una implantación sencilla, una recuperación rápida y sin depender de las limitaciones de grosor de la córnea, la implantación de las RIL resulta atractiva tanto para los pacientes como para los cirujanos refractivos.
Los lentes RIL han ganado popularidad en los últimos tiempos debido a su capacidad para ofrecer resultados óptimos con complicaciones mínimas o nulas. El catálogo de lentes RIL abarca una gama de -1,00D a -24,00D para pacientes miopes, de -1,00D a -10,00D (en pasos de 0,75) para la corrección del astigmatismo, y de +1,00D a +3,00D para pacientes hipermétropes.
Estos lentes se presentan en varias longitudes totales, de 11,50 mm a 14,00 mm (en incrementos de 0,25 mm), y diámetros ópticos que van de 4,50 mm a 5,75 mm. El diseño presenta un orificio central (340µm) y dos orificios periféricos (500µm) para garantizar un flujo adecuado del fluido acuoso. El diseño háptico de la placa mejora la estabilidad, y la presencia de una posición anterior y posterior ayuda a una implantación sin fisuras y facilita la determinación de la bóveda del lente.
Para los lentes RIL Toric, la personalización permite la colocación en cualquier eje entre 0° y 180°, eliminando la necesidad de rotación.
Los lentes implantables refractivos han revolucionado verdaderamente las cirugías refractivas, ofreciendo una alternativa excelente para la corrección de la visión en pacientes con errores refractivos significativos que pueden no ser candidatos adecuados para la corrección con láser. El cumplimiento de unos criterios generales es esencial para garantizar la previsibilidad y la seguridad. Estos criterios incluyen pacientes de 21 años o más, refracción estable durante al menos un año, cristalinos transparentes, profundidad adecuada de la cámara anterior (≥2,8 mm desde el endotelio) y recuento mínimo de células endoteliales, junto con una ausencia de patologías oculares.
Antes de la implantación del RIL, es necesario disponer de datos preoperatorios específicos, como la agudeza visual, la refracción manifiesta (esfera y cilindro), las lecturas de queratometría, la profundidad de la cámara anterior medida desde el endotelio, la medición de blanco a blanco, la presión intraocular, el grosor corneal central y el recuento de células endoteliales.
Los lentes refractivos implantables ofrecen una solución versátil y eficaz para la corrección visual, y el cumplimiento de los criterios descritos garantiza unos resultados óptimos y la seguridad del paciente.
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