La miopía como defecto refractivo se ha convertido en muchos países del mundo en un problema de salud pública, ya que en las últimas décadas su prevalencia ha aumentado de manera gradual y se espera que se siga comportando de esta manera. En el año 2000, el 22.9 % de la población mundial fue diagnosticada con esta ametropía y un 2.7 % fue reconocido con miopía degenerativa. Se espera que para el año 2050, dicha población aumente a un 49.8 % y 9.8 %, respectivamente.
Es de suma importancia tener en cuenta, especialmente en la población infantil, si la presencia de la miopía se debe a procesos de curvatura corneal o a longitudes axiales del globo ocular. En la última condición mencionada es importante realizar las mediciones (biometría) y el seguimiento adecuado ya que son las que aumentan su estado dióptrico con mayor facilidad y frecuencia, por lo que actualmente se están realizando diferentes técnicas para ralentizar el alargamiento del ojo en etapas tempranas y así evitar lesiones y complicaciones oculares posteriores.
El control para que la miopía no avance o progrese se ha realizado con diferentes métodos, incluyendo la administración tópica de atropina, el uso de lentes de contacto con diseños específicos para casos axiales y la ortoqueratología, que se enfoca en la curvatura corneal, pero no en la longitud del ojo. En cuanto a lentes oftálmicos se manejan dos opciones lentes progresivos y lentes monofocales especialmente diseñados, conocidos como lentes control miopía. Los lentes monofocales indicados cuentan con todos los estudios, investigaciones, pruebas y análisis realizados con toda la rigurosidad y resultados muy importantes. Aunque la mayor parte de población miope se encuentra ubicada en el continente asiático, los diseños control miopía son comercializados y distribuidos en todas las demás regiones del mundo.
Se debe tener claro que los lentes oftálmicos denominados control miopía, evitan la elongación del globo ocular y el aumento del problema refractivo, en ningún momento buscan disminuir o eliminar totalmente la miopía que tiene al paciente al cual se le prescribe. El diseño especial se logra teniendo en cuenta que en la parte central se encuentra tallada la fórmula total que el paciente necesita en visión lejana, y en la periferia, tallas con asfericidad que generan desenfoque para asegurar una visión totalmente realizada por la fóvea.
Para su adaptación se requiere una toma adecuada de medidas, especialmente en lo que refiere a distancia nasopupilar y altura focal. La montura debe tener tamaños adecuados al rostro; se recomienda un marco completo con un espesor que cubra el lente y con un puente que asegure su posicionamiento y ubicación adecuada frente a los ojos del paciente. Todo lo anterior asegura adaptaciones con resultados óptimos y la mayor estética. La tecnología se recomienda especialmente para personas que tengan menos de 16 años, ya que en pacientes con mayor edad no se han evidenciado resultados significativos.
El manejo adecuado y el control de la prevalencia de la miopía están en manos de los profesionales de la salud visual.
