San Francisco – 3 de noviembre de 2023 – En AAO 2023, la 127ª reunión anual de la Academia Americana de Oftalmología que tuvo lugar del 3 al 6 de noviembre, se presentó un estudio que ofrece tranquilidad sobre el uso del fármaco para la diabetes semaglutida. A pesar de su creciente popularidad debido a su capacidad para reducir sus niveles de glucosa y controlar mejor el peso, se ha expresado preocupación sobre un posible efecto secundario: la pérdida de visión. Sin embargo, una nueva revisión de datos reales indica que la mayoría de las personas que toman semaglutida no desarrollan retinopatía diabética ni experimentan un deterioro de la retinopatía diabética existente.
El Dr. Zeeshan Haq, investigador principal de Retina Consultants of Minnesota, destacó la importancia de continuar la investigación, especialmente ahora que la FDA de EE. UU. ha autorizado el uso de semaglutida para adelgazar. Los oftalmólogos necesitan más datos para establecer directrices de cribado, programas de seguimiento y brindar asesoramiento a los pacientes.
La retinopatía diabética es una afección ocular que puede provocar la pérdida de visión y ceguera en las personas con diabetes. Se desarrolla cuando los niveles elevados de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo. La semaglutida disminuye eficazmente el azúcar en sangre y controla el apetito y hace que el estómago se vacíe más lentamente, de modo que la persona se siente llena más rápidamente.
Sin embargo, la eficacia de la semaglutida para provocar un descenso repentino del azúcar en sangre, conocido como glucemia, también preocupa. Estudios anteriores han señalado una relación entre una rápida mejora del control de la glucosa y el riesgo de deterioro de la retinopatía diabética. Aunque el aumento del riesgo es temporal y a menudo controlable con los protocolos de tratamiento actuales, esta paradoja justifica una mayor atención por parte de los oftalmólogos.
Para obtener más información, los investigadores utilizaron el Registro IRIS® (Intelligent Research in Sight) para evaluar los datos de más de 48 000 adultos con diabetes de tipo 2 tratados con semaglutida inyectable. Los sujetos tenían entre 51 y 75 años y fueron tratados entre 2013 y 2021.
Tras dos años de tratamiento:
– Sólo el 2,2 por ciento de los ojos sin retinopatía diabética o con retinopatía diabética de fondo experimentaron un empeoramiento de la retinopatía diabética.
– En los ojos con enfermedad en fase inicial (retinopatía diabética no proliferativa leve o moderada), el 3,5 por ciento de los ojos mostraron un empeoramiento de la retinopatía diabética.
– Casi el 60% de los ojos con enfermedad avanzada (retinopatía diabética no proliferativa o proliferativa grave) experimentaron una mejoría de su retinopatía diabética.
El Dr. Haq afirmó que, aunque los resultados son prometedores para las personas con diabetes que esperan utilizar la semaglutida para perder peso y obtener otros beneficios para la salud, sin duda se necesita más investigación. “Este estudio tiene limitaciones significativas, incluyendo su diseño observacional retrospectivo, la falta de un grupo de control, y la falta de comparaciones antes y después del inicio de la semaglutida”, dijo el Dr. Haq. “En particular, debe investigarse más a fondo el impacto del inicio de la semaglutida en los resultados a corto y largo plazo en pacientes potencialmente de alto riesgo, como aquellos con retinopatía diabética grave no proliferativa o proliferativa. En última instancia, los pacientes diabéticos que estén considerando la semaglutida deben consultar con sus proveedores de atención primaria y oftalmológica acerca de su situación individual.”
Los investigadores continúan trabajando para conocer mejor los efectos a largo plazo de la semaglutida sobre la retinopatía diabética en personas con diabetes de tipo 2. Un ensayo clínico prospectivo denominado FOCUS evaluará los efectos a largo plazo de la semaglutida, además de la medicación para la diabetes, sobre la retinopatía diabética. Se espera que el estudio concluya en febrero de 2027.