En términos de prevención de la retinopatía diabética (RD), se ha hecho énfasis en la presentación de esta enfermedad en adultos, ya que presentan la mayor frecuencia y cantidad de alteraciones en la retina potencialmente causantes de ceguera. Sin embargo, datos reportados de los estudios SEARCH for Diabetes in Youth (SEARCH) y Treatment Options for Type 2 Diabetes in Adolescents and Youth (TODAY) han evidenciado frecuencias preocupantes de RD después de una duración promedio de diabetes de solo 12 años y a una edad promedio de 26.4 años.(1) (2)
En perspectiva, el estudio SEARCH, indica que el 52 % de los jóvenes con diabetes tipo 1 (DT1) presentaban RD, y en los estudios combinados SEARCH y TODAY, entre el 49 % y el 55 % de aquellos con diabetes tipo 2 (DT2) de inicio en la juventud desarrollan RD, convirtiéndose en cifras nada despreciables en la comunidad de la salud visual y ocular, generando una necesidad de atención a esta población de jóvenes. A tal grado llega la alarma en la actualidad, que se ha reportado que en comparación con los jóvenes con DT1, los jóvenes con DT2 tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar retinopatía, adicionalmente pueden presentar RD más pronto, después del diagnóstico de diabetes y tienen más probabilidades de padecer signos clínicos de RD graves que conllevarán a la discapacidad visual. (1) (2) (3)
Rosenthal, Sun y Wolf (2024) publican un escrito reflexivo basados en el alarmante progreso de la incidencia de DT1 y DT2 en población joven. Las alarmas se disparan en jóvenes afrodescendientes y de origen hispano. Lo anterior acompañado de la crisis de la salud pública que demanda mayor cuidado en estos jóvenes. Al desatender esta población, se confirma que las desigualdades étnicas y raciales tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones oculares como la RD, que amenazará inevitablemente la visión. (4) (5)
Afianzando esta problemática, el estudio TODAY sugiere que la población joven con DT2 tiene un alto riesgo de desarrollar complicaciones microvasculares en la retina (IRMAS). A estos hallazgos se suma que el 46 % de estos pacientes presentaba enfermedad renal y el 27 % experimentaba neuropatía relacionadas directamente con la diabetes. Adicionalmente, se resaltó que los factores de riesgo detectados en estos jóvenes comprenden el espectro semiológico dado por: hiperglucemia, sensibilidad reducida a la insulina, hipertensión, dislipidemia y la pertenencia a una minoría racial o étnica, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de dichas poblaciones. Por su puesto, siendo la edad joven preponderante (menor de 27 años). (4) (6)
Frente a la necesidad de cobertura y manejo de esta población, se ha establecido que, entre las estrategias más efectivas de detección oportuna se encuentra la vigilancia sistémica de los niveles de glucosa, colesterol y presión arterial. Al respecto, la Asociación Americana de Diabetes indica que desafortunadamente menos del 20 % de los afectados por DT1 y menos del 40 % de DT2 logran atención para lograr la meta de hemoglobina glucosilada (HbA1c) menor al 7 %. En este sentido, la falta de acceso oportuno a los servicios de salud incrementa considerablemente el riesgo de complicaciones sistémicas y oculares en los jóvenes diabéticos. (2) (4) (6)
Continuando con la reflexión de Rosenthal, Sun y Wolf (2024), se afirma que la Asociación Americana de Diabetes y la Academia Americana de Oftalmología recomiendan la realización de exámenes que permitan la valoración de la salud visual y ocular en jóvenes con DT1 entre 3 y 5 años posteriores al diagnóstico. Nótese que antes se resaltaba esto solamente en el adulto. También se recomienda la valoración oftalmológica integral si tienen al menos 11 años o han iniciado la pubertad. También se destaca la necesidad de controles oftalmológicos frecuentes a los jóvenes con DT2 desde el momento del diagnóstico. Los controles se llevan a cabo en la actualidad dependiendo del criterio del profesional, y se requiere consenso al respecto. (4) (7) (8)
Pese a la importancia de la valoración ocular, las disparidades raciales, étnicas, sociales y de los sistemas de salud, hacen que los jóvenes no asistan a las citas. Por otro lado, se ha afirmado que los padres de los niños más pequeños priorizan otras condiciones sistémicas, rezagando a los últimos lugares a la salud visual y ocular. Por otro lado, la población en mención enfrenta desafíos en el sistema de salud en cuanto a la transición en la atención del paciente pediátrico y adolescente, a la del adulto joven. (4)
Los factores anteriormente mencionados derivan en citas oportunas perdidas, signos clínicos en retina no detectados a tiempo, y el alto riesgo de pérdida irreversible de la función visual por la presencia de RD en estados avanzados. A lo anterior se suma la necesidad de mejorar los protocolos de atención oftalmológica. Lo anterior evidencia la importancia de implementar nuevas estrategias de atención, que debe incluir la valoración neurológica de la retina. Este aspecto es clave, ya que, si se detectan cambios tempranos en esta evaluación, se ejercería una mayor prevención, ya que, generalmente, los cambios vasculares aparecen después. Es decir, que la valoración neurológica de la retina debe ser prioridad a la vascular que se observa en el fondo de ojo. (4)
La prevención de la discapacidad visual en jóvenes diabéticos requiere intervenciones oportunas y un abordaje multidisciplinario entre: oftalmólogos, optómetras y endocrinólogos. De esta manera se garantiza una atención integral. En este sentido, la atención médica, la intervención hacia las desigualdades, el acceso de las poblaciones vulnerables, y la prevención, evitarán la discapacidad visual en jóvenes diabéticos. (4)
Referencias
- Jensen ET, Rigdon J, Rezaei KA, Saaddine J, Lundeen EA, Dabelea D, et al. Prevalence, Progression, and Modifiable Risk Factors for Diabetic Retinopathy in Youth and Young Adults With YouthOnset Type 1 and Type 2 Diabetes: The SEARCH for Diabetes in Youth Study. Diabetes Care. 2023;46(6):1252–60.
- Bjornstad P, Drews KL, Caprio S, et al: TODAY Study Group. Long-Term Complications in Youth-Onset Type 2 Diabetes. New England Journal of Medicine [Internet]. el 29 de julio de 2021;385(5):416–26. Disponible en: http://www.nejm.org/doi/10.1056/NEJMoa2100165
- Bai P, Barkmeier AJ, Hodge DO, Mohney BG. Ocular Sequelae in a Population-Based Cohort of Youth Diagnosed with Diabetes during a 50-Year Period. JAMA Ophthalmol. el 1 de enero de 2022;140(1):51–7.
- Rosenthal JM, Sun JK, Wolf RM. Diabetic Retinopathy in Youths – A Potentially Unappreciated Public Health Catastrophe. JAMA Ophthalmology. American Medical Association; 2024.
- Tönnies T, Brinks R, Isom S, Dabelea D, Divers J, Mayer-Davis EJ, et al. Projections of Type 1 and Type 2 Diabetes Burden in the U.S. Population Aged <20 Years Through 2060: The SEARCH for Diabetes in Youth Study. Diabetes Care. el 1 de febrero de 2023;46(2):313–20.
- Foster NC, Beck RW, Miller KM, Clements MA, Rickels MR, Dimeglio LA, et al. State of Type 1 Diabetes Management and Outcomes from the T1D Exchange in 2016-2018. Vol. 21, Diabetes Technology and Therapeutics. Mary Ann Liebert Inc.; 2019. p. 66–72.
- Gubitosi-Klug RA, Bebu I, White NH, Malone J, Miller R, Lorenzi GM, et al. Screening eye exams in youth with type 1 diabetes under 18 years of age: Once may be enough? Pediatr Diabetes. 2019;20(6):743–9.
- Ziegler R, Neu A. Diabetes in childhood and adolescence – A guideline-based approach to diagnosis, treatment, and follow-up. Dtsch Arztebl Int. el 2 de marzo de 2018;115(9):146–56.