Hay una lógica que a veces es difícil de aceptar, solemos tener varios tipos de calzados para cada ocasión, no se nos ocurriría usar los mismos para hacer un deporte que para ir a una reunión de trabajo, o buscamos que los abrigos combinen con nuestro outfit, ni hablar de las carteras y accesorios que suelen no tener fin en el caso de las damas.
Pero es muy distinto cuando hablamos de anteojos, solemos escuchar frases como: “necesito solo un par, total es para ver”, o “necesito unos con todo” y la mejor: “con estos me arreglo por ahora”. ¿Será que las gafas son solo un instrumento que ayuda a sobrellevar una afección en la visión? Los anteojos solían ser algo que queríamos evitar, muchas veces asociado a los efectos de la edad en nuestra visión o algún problema con el que nacimos y no podíamos evitar. Esto ha cambiado radicalmente, nuestros anteojos son lo primero que verán al mirarnos a la cara y tiene mucha más importancia que otras prendas o accesorios ya que no los vamos a ocultar, todo lo contrario, son los que definirán nuestra mirada y formarán parte de la imagen que queremos proyectar.
Nuestro objetivo es que quienes confían en nosotros para proteger su visión tengan “Unos anteojos para cada día” o vayamos un poco más allá, “Unos anteojos para cada momento”.
A veces consideramos que internet nos está quitando esa oportunidad, pero es así ¿Qué dicen los datos al respecto? Mientras los consumidores recurren cada vez más a Internet, todavía quieren mantener viva la experiencia en la tienda más tradicional.
De acuerdo con un estudio de Accenture, el 21% de los usuarios estadounidenses consultados -un 9% más que en el anterior informe- prevé incrementar sus compras en las tiendas físicas. De hecho, el 40% quiere mejorar su experiencia en el comercio de toda la vida mientras que solo el 19% desea acudir a Internet.
La primera conclusión al ver estos resultados es que la apuesta por parte del consumidor pasa por la venta física. Más allá del auge del comercio electrónico, todavía tiene mucho peso el poder tocar, probar, comparar y tener asesoramiento personalizado. Además, el suspenso en la venta on-line es otro argumento más a favor de lo clásico.
Las nuevas tecnologías a nuestro alcance nos abren grandes oportunidades que debemos aprender a entender y sacarles el máximo provecho. Como vemos, la experiencia de compra es lo que más pesa a la hora de cerrar ventas, así que es nuestra oportunidad de saber cuál es la necesidad que podemos saciar y enfocarnos en esos pacientes a quienes no solo les importa un anteojos para ver, sino que quieren algo más, el complemento perfecto para la personalidad que quieren proyectar.
A través de las redes podemos recaudar mucha información bien segmentada que nos va a dar el conocimiento necesario para armar una estrategia eficaz, con el fin de que cada una de las personas que captamos puedan vivir una experiencia placentera de asesoramiento estético, de compra asegurada lejos de la confusión que implica para un usuario entrar a una óptica con miles de anteojos para elegir.
Los que nos dedicamos al diseño y fabricación de anteojos, nos enfrentamos al mismo desafío, analizar con exactitud a quien queremos llegar, cuáles son sus necesidades, qué están buscando y les cuesta encontrar, porqué que preferirían nuestros modelos a los que ofrecen otras marcas.
Detrás de cada colección en una marca de gafas tenemos cientos de horas analizando aspectos como los que mencionamos anteriormente, y luego de ese proceso cada diseñador buscará su propio estilo, la manera de trabajar los distintos materiales colores y texturas que nos permitan transmitir o conectarnos son esa persona a la que queríamos hablarle al desarrollar una nueva colección.
Cada material que usamos al fabricar unas gafas ya sea: metal, acetato, poliamidas inyectadas, madera y hasta los nuevos procesos en 3D, nos abren un sin fin de posibilidades que en la mano de un diseñador van a dejar de ser materia prima para convertirse en un objeto de deseo, algo que proyectará quienes somos, sin decir una palabra.
La tecnología ha modificado e influenciado las conductas de consumo, por eso abrir nuestra mente a explorar y entender qué quieren nuestros potenciales clientes nos abre una nueva y maravillosa oportunidad para que sin importar si somos Ópticos, Diseñadores o Fabricantes podamos reinventarnos cada día.