Cultura se conoce como un conjunto de prácticas, creencias y valores que un grupo de personas en particular comparten. Desde ese concepto, cuando se piensa en la cultura del sector de las ópticas y de la optometría, ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza?
Probablemente empiezan a aparecerse letreros con frases como:
• Examen visual gratis
• Montura-lentes-paño-cordón x 45 mil pesos
• Lentes Transitions x 120 mil pesos
Si pensó en alguno de estos, no es porque sea negativo o criticón, es debido a que la semiótica verbal y visual del sector ha sembrado esa percepción en nuestra mente. Sin embargo, al preguntarle a un grupo de población aleatoria en dos sectores de Bogotá, la opinión frente a unos temas puntuales sobre la compra de gafas, se encontraron respuestas que dan lugar a reflexiones y oportunidades:
• ¿Qué opina usted del valor de las gafas al momento de comprarlas? 70 % son productos de alto costo. 30 % dependiendo del sitio varía el precio del mismo producto.
• ¿Cuándo tiene dificultad para adaptarse a sus gafas, ¿cuál es la respuesta del establecimiento que le prestó el servicio? 80 % debo aprender a usarlas, es cuestión de adaptación, usarlas de a poco hasta que las aguante. 20 % me dan respaldo hasta que me sienta bien.
• ¿Cree usted que la consulta sí es gratis? 95 % no, la consulta sí la cobran en el valor de los lentes, lo usan más como publicidad o señuelo. 5 % si es gratis, pero no entregan el resultado.
Este interesante ejercicio aleatorio que tuvo un alcance de 130 personas, puede que no sea muy representativo, pero permite llegar a las siguientes reflexiones:
1. La cultura del sector se percibe muy diferente dependiendo desde donde se observe, adentro como participante o afuera como consumidor.
2. Es probable que el consumidor ya haya cambiado de pensamiento sobre la conciencia del costo al momento de comprar unas gafas y es una oportunidad para empezar a cambiar el paradigma cultural de las promociones y combos tradicionales.
3. Si la percepción general de los pacientes que se adaptan mal a unas gafas es que no encuentran un apoyo y respaldo en los establecimientos, es una oportunidad de gran valor para empezar a demostrar interés en los casos de nuestros pacientes y así crear confianza, fidelidad y relaciones a largo plazo.
4. A pesar de que la trillada consulta gratis aún exista en el ecosistema, es muy posible que quienes se estén aferrando a este concepto sean los actores que están dentro del sector y que los consumidores hace tiempo estén dispuestos a pagar por una atención de calidad para sus ojos. Por último, cada cosa con su nombre; basta de vender un producto y entregar otro de funciones “similares”. Es sano mostrar que hay productos reconocidos de mayor valor y que hay otros homologables, que se acercan a la misma función, pero que carecen de ciertos atributos y por esa razón tienen menor costo. Ser transparentes, idóneos y sensatos con los pacientes tiene resultados en el negocio muy favorables, pues construye buen nombre y atrae más clientes.