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Licaminlinab, una opción emergente en el tratamiento de ojo seco severo

El ojo seco es una de las enfermedades que genera mayor atención en el ámbito de salud ocular, debido a su alta frecuencia y naturaleza multifactorial. En muchos casos, los pacientes recurren al uso de lubricantes oculares como tratamiento de primera línea. No obstante, aquellos que experimentan un grado moderado a severo de la enfermedad, donde la inflamación compromete significativamente los tejidos de la superficie ocular, presentan un nivel de incomodidad mayor. Es probable que estos casos no respondan de manera positiva únicamente al tratamiento con lubricantes. Esta falta de respuesta se debe a que este tipo de medicamentos no tienen un efecto relevante en la modificación de la historia natural de la enfermedad, dejando la inflamación en un estado casi perpetuo.

En este contexto, se ha reconocido la necesidad de integrar la terapia antiinflamatoria-inmunomoduladora en el tratamiento de ojo seco. En consecuencia, se dispone de la ciclosporina A al 0.05% Sin embargo, actualmente se está llevando a cabo una investigación sobre su eficacia al aumentar la concentración al 0.09%, considerando su manifestación lenta de resultados y su asociación con la aparición de sintomatología de escozor al ser aplicada.

Por otro lado, otro principio activo utilizado en la terapia inmunomoduladora es el lifitegrast, cuyo mecanismo se basa en la inhibición de la adhesión molecular al endotelio a través de las integrinas, mostrando resultados en aproximadamente 2 a 3 semanas de uso continuo. Sin embargo, se han observado reacciones como irritación, disgeusia y, en algunos casos, disminución de la agudeza visual.  Además, es preciso recordar que el uso de cortiscosteroides presenta la desventaja del uso limitado y complicaciones asociadas, tales como el aumento de la presión intraocular (PIO) y el riesgo de desarrollar cataratas.

De lo anterior, surge la necesidad de desarrollar nuevos medicamentos que controlen eficazmente la inflamación, reduzca los síntomas, y restablezca la homeostasis de la superficie ocular en ojo seco severo. En consonancia con esta premisa, se identifican como blanco de estudio a los inhibidores de TNFα, los cuales, a nivel sistémico, han demostrado ser efectivos en el tratamiento de diferentes enfermedades sistémicas mediadas por el sistema inmune. A pesar de estos beneficios, se asocian con reacciones adversas como el incremento en el riesgo de infección o malignidad, así como complicaciones cardiovasculares y enfermedades desmielinizantes.

Considerando las complicaciones sistémicas asociadas a los inhibidores de TNFα, pero sin ignorar el potencial beneficioso de su control, se ha estudiado la viabilidad de administrar moléculas anti TNFα de forma tópica para tratar el ojo seco con inflamación severa. En este contexto, se encuentra actualmente en proceso de estudio el potencial beneficioso del Licaminlinab, también conocido como OCS-02, LME636 y ESBA1622. Este medicamento consiste en un fragmento de anticuerpo de cadena simple. (scFv) que se une al TNFα humano y lo neutraliza.

A diferencia de los anticuerpos monoclonales completos, los fragmentos (scFv) tienen la capacidad de penetrar los tejidos de la superficie ocular cuando se utilizan en forma de solución oftálmica.  Esto se atribuye al tamaño molecular reducido de la molécula, con una masa de 26.7 kDa en comparación con los 150 kDa de un anticuerpo monoclonal completo. Este enfoque podría ofrecer una alternativa más localizada y específica para el tratamiento de la inflamación del ojo seco severo, minimizando posiblemente las complicaciones sistémicas asociadas.

En modelos animales, se ha estimado la eficacia de Licaminlibab. Shettle y colaboradores (2022) realizaron un estudio destinado a evaluar la eficacia, seguridad y tolerabilidad local del Licaminlimab ocular tópico en comparación con un vehículo, con el objetivo de aliviar los síntomas asociados al ojo seco severo. Durante el estudio, se realizaron evaluaciones exploratorias de los signos de ojo seco, como hiperemia conjuntival y tinción corneal con fluoresceína.

Los resultados del estudio mostraron que el Licaminlimab ocular tópico mostró una mejora significativa en el puntaje global de la sintomatología en comparación con el vehículo. Se observó una reducción más pronunciada en el puntaje de incomodidad en el grupo tratado con Licaminlimab en comparación con el grupo que recibió el vehículo.

En relación con la seguridad, se observó que las concentraciones séricas de Licaminlimab fueron bajas y, en la mayoría de los pacientes, el fármaco no fue detectable. Además, es importante de destacar que se identificó un aumento en la incidencia de anticuerpos en el grupo tratado con Licaminlimab a medida que se prolongaba la duración del tratamiento, aunque no de una manera significativa ni representando un riesgo importante.

En términos generales, Licaminlimab, como agente tópico anti-TNF α, demostró una mejoría significativa en el puntaje global de inconfort ocular en pacientes con síndrome de ojo seco severo. Además, se concluyó que Licaminlimab fue bien tolerado, con una exposición sistémica mínima al fármaco.

Con base en estos hallazgos, los autores expresan que este medicamento tiene un elevado potencial para ser usado en el futuro para el tratamiento de la inflamación asociada con el ojo seco severo. No obstante, se resalta la necesidad de llevar a cabo más investigaciones para generar evidencia adicional y, en lo posible, avanzar hacia la fase 3 de los ensayos clínicos.

Adaptado de:

  1. Shettle L, McLaurin E, Martel J, Seaman JW, Weissgerber G. Topical Anti-TNFα Agent Licaminlimab (OCS-02) Relieves Persistent Ocular Discomfort in Severe Dry Eye Disease: A Randomized Phase II Study. Clinical Ophthalmology. 2022;16:2167–77.