La diabetes va en aumento en el mundo entero, principalmente debido a un incremento en el número de personas con diabetes de tipo 2. En 2030, se espera que el número de personas con diabetes aumente a 440 millones, un 54% más que en 2010.
La causa principal de ceguera asociada a la diabetes es la retinopatía diabética (RD), una enfermedad que afecta las arteriolas, precapilares, capilares y vénulas de la retina y a veces también los vasos de mayor tamaño. Esta enfermedad se caracteriza principalmente por presentar oclusión microvascular, hemorragias y alteración de la permeabilidad microvascular.
Se creía que la RD por lo general se desarrollaba entre 10 y 20 años después del inicio de la diabetes y progresaba más rápido cuando dicha enfermedad no se diagnostica o no se trata a tiempo. Sin embargo, Investigadores de la Universidad de Indiana han detectado nuevos signos de alerta, incluso en etapas tempranas de la enfermedad.
PRIMEROS SIGNOS
En el estudio “En vivo, óptica adaptativa de imágenes microvasculares en pacientes diabéticos sin retinopatía diabética clínicamente severa”, publicado en la revista Biomedical Optics Express, se utilizó un oftalmoscopio confocal de escáner láser con óptica adaptativa (AOSLO) diseñado y construido por Stephen Burns, profesor y decano asociado de la Escuela de Optometría de IU, con el objetivo estudiar los signos tempranos de la retina de sujetos con retinopatía diabética no proliferativa (RDNP), que eran invisibles para las técnicas de diagnóstico existentes.
El instrumento diseñado por Burns utiliza óptica adaptativa para obtener una imagen nítida, y también para minimizar los errores ópticos en todo el instrumento. Con este enfoque, los diminutos capilares del ojo aparecen bastante grandes en una pantalla de computador. Estos vasos sanguíneos se muestran en un formato de video, lo que permite hacer un enfoque cuidadoso y la observación de las células de la sangre en movimiento a través de los vasos sanguíneos. Después de la formación de imágenes del ojo de cada paciente, se montan con software las imágenes de la retina altamente magnificadas que luego, proporcionan imágenes fijas o videos.
Para mejorar la visualización de las diferentes características de la retina, el tamaño y la alineación de la abertura confocal fue variada. Se obtuvieron imágenes de una serie de siete pacientes diabéticos (seis con diabetes tipo 1 y el otro con diabetes tipo 2). Se visualizaron claramente los vasos de la retina y se encontró una amplia remodelación capilar a pesar de que los sujetos tenían RDNP solamente leve o moderada.
Los detalles de la microvasculatura de la retina fueron vistos fácilmente con una apertura confocal más grande. Exudados duros se observaron con el AOSLO en todos los modos de imagen. Las imágenes de la capa de fotorreceptores mostraron regiones de conos brillantes y áreas oscuras, que corresponde en localización a múltiples anomalías vasculares y edema retiniano. (Figuras 1A y 1B)
Fueron encontrados vasos intrarretinianos remodelados, clínicamente desapercibidos, y diferentes patrones de flujo de sangre. Los diámetros capilares perifoveales fueron mayores en los sujetos diabéticos (p <0,01), y se engrosó la pared de las pequeñas arteriolas, sobre la base de la pared de lumen para mediciones (p <0,05).
Figura 1A. Aparición de la capa de fotorreceptores de la retina debajo de los cambios microvasculares en el espacio y con frecuencia son más oscuras (flechas) en las regiones de la remodelación vascular, pero no siempre.
Figura 1B. Numerosas alteraciones de los vasos son visibles, en particular asas capilares (flecha larga blanca), vaso doble (flecha largo negra), vaso con bucle (flecha corta blanca) y capilar no perfundido/fantasma (flecha negra corta)
CONCLUSIONES
El hecho de que un ojo de una persona con diabetes en etapa inicial parezca tener una retina sana durante el examen tradicional no quiere decir que no se estén gestando daños.
Los resultados sugieren que las clasificaciones clínicas existentes basados en la evaluación clínica con instrumentos ópticos de aumento inferior, pueden no medir adecuadamente las diferencias vasculares clave entre los individuos con RDNP. A pesar de que se tienen las clasificaciones: leve, no proliferativa y moderados no proliferativa parece ser que hay grandes diferencias desde el principio. Mientras que algunas personas están bien, otros que les empezó la enfermedad al mismo tiempo no lo están y en la actualidad los médicos no pueden decir cuáles están más afectados con la tecnología que poseen.
Debido a que estos cambios no habían sido observados en estudios previos, no se sabe si la mejora del control de azúcar en la sangre o un cambio en los medicamentos podría detener o incluso revertir el daño. Es necesario investigaciones adicionales que puedan ayudar a determinar, quién tiene el daño más grave y si los cambios se pueden revertir.
Este descubrimiento podría tener implicaciones de importantes para el diagnóstico y tratamiento de la retinopatía diabética, que podría afectar la atención de millones de personas.
Stephen A. Burns, Ann E. Elsner, Toco Y. Chui, Dean A. VanNasdale, Christopher A. Clark, Thomas J Gast,
Victor E. Malinovsky, Anh-Danh T. Phan
Adaptado de: Biomedical Optics Express. In vivo adaptive optics microvascular imaging in diabetic patients without clinically severe diabetic retinopathy, 2014, 5(3):971-974