Dormir es una función biológica esencial en los mamíferos, ya que es imprescindible para mantener una buena calidad de vida y un adecuado desempeño de la vida diaria de los seres humanos; por lo tanto, se considera esencial para mantener la salud. Teniendo en cuenta lo anterior, se infiere que los desórdenes del sueño tales como: dormir por poco tiempo, patrones irregulares de sueño, mala calidad del sueño y desordenes del ciclo circadiano/sueño, tienen un impacto significativo en la calidad de vida de las personas. En la sociedad actual, estos trastornos del sueño están aumentando en frecuencia de una forma preocupante, lo que plantea un serio problema de salud pública. Tal es la alarma que diversos estudios reportan que la deficiencia de sueño está fuertemente asociada con el aumento del riesgo de sufrir enfermedades como: obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades psiquiátricas, enfermedad cardiovascular, complicaciones en el embarazo, tendencia al aumento de abuso de sustancias psicoactivas, depresión, discapacidad cognitiva y neurocomportamental, fatiga constante, disminución de la calidad de vida, accidente cerebrovascular, e incluso ser una causa de mortalidad. (1)(2)
El amplio espectro de trastorno del sueño está relacionado no solo con la salud en general, sino también con posibles afectaciones oculares, como el ojo seco. Si bien se sabe que el ojo seco es una patología seria, potencialmente incapacitante y está aumentando progresivamente en la población, la conexión entre estas dos entidades puede representar un riesgo significativo. Han, Nam y Park (2019), realizaron un estudio tipo revisión documental para establecer la relación entre los trastornos del sueño y el ojo seco. Los resultados revelaron que existe una correlación positiva entre ojo seco y problemas de sueño. Como datos adicionales interesantes en esa población, las tendencias de correlación fueron mayores en hombres, pacientes jóvenes, bajos niveles socioeconómicos y con comorbilidades importantes. (3)
Magno et al. (2021), en una investigación tipo cohorte, cuyo propósito fue determinar la asociación entre la enfermedad de ojo seco y la calidad de sueño. Se utilizó una amplia muestra de 71.761 participantes a los cuales se les realizaron cuestionarios validados para detectar la presencia de ojo seco y la calidad del sueño. Como resultados principales se encontró que el 8.9 % de los encuestados tenían ojo seco y de ellos, el 36.4 % tenían mala calidad del sueño, comparado con los controles. Además, se observó que aquellos pacientes que experimentaban una frecuencia aumentada de síntomas de ojo seco también presentaban una calidad de sueño deficiente al intentar dormir. De hecho, esta asociación significativa fue comparable a la de personas que manifestaron trastornos serios como apnea del sueño y osteoartritis. Estos hallazgos sugieren que los síntomas graves de ojo seco tienen un impacto significativo en la calidad de vida de las personas afectadas. (2)
Zheng 2022, en un proyecto que pretendía establecer la misma asociación, buscó una población mayor, tratando de eliminar sesgos de estudios anteriores. Entre las categorías de trastornos del sueño incluyó desordenes orgánicos como: insomnio, hipersomnia, narcolepsia/cataplexia, apnea del sueño, alteraciones en el horario del sueño. También se incluyó el consumo de medicamentos destinados a controlar alteraciones en el sueño tales como: benzodiacepinas, agonistas del receptor de melatonina, antagonistas del receptor de orexina, antidepresivos, etc. En este estudio de ocho años sobre la incidencia de ojo seco, se encontró que la asociación era más significativa en pacientes diagnosticados con trastornos del sueño, con una frecuencia del 50.66 %, en comparación con el 16.48 % de aquellos sin alteraciones del sueño. Entre tanto, dentro del grupo de pacientes con problemas del sueño, los factores como la edad, ser del sexo femenino y la presencia de comorbilidades como: hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, enfermedad tiroidea, depresión, enfermedad cardiaca y artritis, tenían una asociación mucho más significativa frente al riesgo de desarrollar ojo seco. Adicionalmente, entre los fármacos con mayor asociación positiva con la enfermedad de ojo seco, se encontró al estazolam como uno de los mayores. Observando lo anterior, el autor concluye que los trastornos del sueño se asocian con un riesgo tres veces mayor de enfermedad de ojo seco. (4)
Li et al. (2018), en un diseño experimental con modelos murinos, donde a los animales se les indujo deprivación del sueño, se encontró que los sujetos presentaron reducción en la secreción acuosa, incremento de defectos corneales de células epiteliales, sensibilidad corneal, y apoptosis. También se evidenció metaplasia escamosa del epitelio corneal. El cuadro presentó mayor severidad a los 10 días y, posteriormente, hubo regresión total de los signos en los sujetos de prueba. En este experimento se demostró que la deprivación del sueño genera disfunción lagrimal e induce ojo seco. (1) Ver Figura 1.
Figura 1. Evolución del defecto epitelial diagnosticado bajo tinción. Se observa la línea de base de la córnea normal (NC), y la aparición de la queratitis a los 2,6, y 10 días. (1).
Conclusión
Es claro que los trastornos de sueño se relacionan de una manera directamente proporcional con la presencia de ojo seco; por lo tanto, es preciso tener en cuenta estos factores para emitir un tratamiento multidisciplinar de las alteraciones.
Referencias
1. Li S, Ning K, Zhou J, Guo Y, Zhang H, Zhu Y, et al. Sleep deprivation disrupts the lacrimal system and induces dry eye disease. Exp Mol Med [Internet]. 2018;50(3):e451-12. Available from: http://dx.doi.org/10.1038/emm.2017.285
2. Magno MS, Utheim TP, Snieder H, Hammond CJ, Vehof J. The relationship between dry eye and sleep quality. Ocul Surf [Internet]. 2021;20(January):13–9. Available from: https://doi.org/10.1016/j.jtos.2020.12.009
3. Han KT, Nam JH, Park EC. Do sleep disorders positively correlate with dry eye syndromeResults of national claim data. Int J Environ Res Public Health. 2019;16(5).
4. Zheng Q, Li S, Wen F, Lin Z, Feng K, Sun Y, et al. The Association Between Sleep Disorders and Incidence of Dry Eye Disease in Ningbo: Data From an Integrated Health Care Network. Front Med. 2022;9(February):1–9. Autor: Departamento Editorial de Franja Ocular.